miércoles, 1 de julio de 2009

Toda despedida implica un encuentro...

La espera se hacia interminable. El aeropuerto estaba repleto debido a las largas demoras ocasionadas por conflictos con los trabajadores. Yo me encontraba allí, acompañando a mi familia en la despedida de un querido amigo, que se iba a Ecuador a comenzar una nueva vida.
Para sobrellevar la espera, mi madre decidió llevarnos a mi hermano y a mí a recorrer el aeropuerto. En el camino nos detuvimos en un puesto de diarios y revistas, donde pasamos un buen tiempo tratando de hallar algo interesante. De pronto un pequeño libro llamo mi atención, en su tapa se encontraba la imagen de una gaviota. Mi madre me alentó a que lo leyera recordando lo grato que le había resultado su lectura. Decidimos comprarlo.
Comencé a leerlo con mucho entusiasmo, fascinada por la gran cantidad de fotos que el libro contenía del mar y las gaviotas. Pero con mis nueve años se me hacia difícil comprender el mensaje y fue quedando en el olvido en un rincón de mi habitación.
Nunca mas a volví a pensar en el libro ni en sus fotos, hasta hace dos años, cuando en una tarde de orden y limpieza reapareció. Tenia ciertas marcas del paso del tiempo, pero su efecto en mi fue el mismo que el de la primera vez; sus fotos me volvieron a atrapar. El libro me estaba dando una segunda oportunidad de descubrir su contenido. Y así sucedió. Esta vez pude darle un sentido al texto. En él encontré una frase que se convirtió en una de mis favoritas: “si nuestra amistad depende de cosas como el espacio y el tiempo, entonces, cuando por fin superemos el espacio y el tiempo, ¡habremos destruido nuestra propia amistad! Pero supera el espacio, y nos quedará sólo un Aquí. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un Ahora. Y entre el Aquí y el Ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?” Estas líneas me ayudaron a comprender que aunque en esa etapa de mi vida emprendería un nuevo camino diferente, los afectos se mantendrían inalterables.
A partir de ese momento, cada vez que la nostalgia me invade vuelvo al libro en busca de los párrafos que me hicieron tanto bien.

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